“¡Ha sucedido un milagro! Mi esposo escuchó la voz de Dios”, exclamó la sirio musulmana Sana* cuando habló por teléfono con Janine*, de OM. El jueves siguiente, Janine y un amigo se reunieron con Sana para que les cuente la historia completa.
Delavan*, el esposo de Sana, se había levantado temprano para ir a trabajar. Luego de beber su café árabe matinal, se reclinó contra la pared y cerró los ojos. En ese momento, vio que una luz brillante entró por la ventana e iluminó su rostro. Puso su mano debajo de su barbilla en oración y dijo, “Gracias, Señor. Gracias, Señor”. Nuevamente la luz brillante ingresó, y esta vez fue hacia su corazón. Entonces escuchó una voz que decía “Yo soy Jesucristo”. Volvió a levantar sus manos para pronunciar un agradecimiento, pero al abrir su boca sintió que algo sucedía dentro suyo. “El musulmán dentro de mí murió y Jesús se lo llevó. Y en su lugar estaba esta luz brillante en mi corazón… ¡una nueva vida había entrado en mí!”, cuenta Delavan.
Más tarde ese día, cuando llegó a casa de su trabajo, le contó a su esposa y le dijo que necesitaban ir a la iglesia. Los creyentes en la iglesia se alegraron mucho por Delavan y le preguntaron a Sana si ella creía. Sana dijo que no estaba lista.
Tres días después, Sana estaba acostada en la cama con su marido durmiendo a un lado y su hija durmiendo al otro. Ella sentía como si hubiera oscuridad sobre sus brazos, y oraba “Dios, por favor llevate esta oscuridad”. Justo entonces, se vio a sí misma (no estaba dormida) caminando sobre una construcción muy antigua. La construcción estaba dañada y viniéndose abajo, y cuando ella estaba por caerse, un hombre vestido de blanco brillante, emanando luz desde su rostro y ojos, la tomó de sus hombros, la levantó y la colocó en un sitio diferente. Luego se encontró nuevamente en la cama y se preguntó dónde había estado. Después de esto, ella también se convirtió en una creyente.
¡Alabado sea Dios por la fe de Delavan y Sana! Oremos por ellos mientras aprenden más sobre Dios y lo que significa ser cristiano. Oremos para que más musulmanes encuentren a Dios a través de sus sueños. Oremos para que más trabajadores cristianos vayan a Oriente Próximo.
* Nombre modificado