Murat*, un creyente turco, misiona en Turquía central entre los refugiados de diferentes grupos de personas. Él ve a muchos, incluyendo a varios que hablan Árabe, ansiosamente buscando saber más. Sin un equipo, su alcance es frustrantemente limitado.
Durante una visita a cinco ciudades en Marzo, Murat visitó familias caldeas de Irak quienes han buscado refugio en Turquía. Hace unos cien años, sus ancestros tuvieron que huir de la persecusión religiosa en Turquía. Después de pacíficas décadas en Irak, ellos ahora se encuentran de regreso en Turquía después de la huída de ISIS. Debido a la discriminación étnica, los hombres no pueden encontar un trabajo estable. Cuando lo tienen, ellos reciben poca paga sin un acuerdo en cuanto al salario. Si ellos cuestionan ésta práctica, no son nuevamente contratados. Debido a los costos, a menudo solo un hijo de la familia puede asistir a la escuela. Los varones son amenazados con la circunsición por el maestro religioso. Las chicas adolescentes enfrentan un peligro real de abuso y violación.
Como un asiduo visitante, Murat ha establecido amistades y ganado la confianza de la gente. Él es ayudado por un hombre caldeo local refugiado, quien se ha convertido en un creyente y está bautizado.
En dos de las cinco ciudades, Murat visita un lugar de reunión donde refugiados que hablan farsi y creyentes turcos tienen compañerismo. En las otras ciudades no hay aún compañerismo local, por lo tanto cuando Murat va, la gente se reúne en una casa. Algunas veces hay dos reunions al día en la misma casa, con 60 a 70 personas en cada reunión! Cada uno de ellos desean escuchar, y ellos oyen cuidadosamente la Palabra de Dios. Ellos le piden a Murat, “¡Por favor, ven más seguido, aún sin los vales de compras que nos traes!
Hay también familias yazidíes, quienes oyen el mensaje cuando Murat y su amigo los visitan en sus hogares. Durante una de las visitas, Murat compartió acerca de la Palabra de Dios y distribuyó algunas tarjetas pre –pagadas de supermercado. Más tarde Murat habló con un hombre joven, le contó acerca de Jesús y le explicó quien fue Juan el Bautista. El hombre escuchó cuidadosamente, luego quiso orar y aceptar a Jesús. Él estuvo realmente agradecido por obtener una Biblia en árabe.
Por favor ora para que más personas se encuentren con Jesús de una manera poderosa.
En cinco días, ¡Murat distribuyó 400 Biblias! Piensa en lo mucho que podría hacerse si Murat tuviera más personas que se unan a él para compartir la carga del trabajo.
Hay una necesidad específica y urgente de familias misioneras que hablen árabe
para cada una de las cinco ciudades que Murat visita. Murat ha estado visitando estas cinco ciudades durante cuatro años sin ayuda de obreros. ¡La cosecha está lista, pero los obreros son pocos!
¿Está Dios hablándote acerca de esta necesidad? Visita www.om.org para más detalles y conocer cómo servir en el extranjero con OM.