Amid* creció en un país del norte de África donde su familia era una mezcla de cristianos y musulmanes. “Mi hermano fue el primero en aceptar a Cristo a través de un programa de radio cristiano y oró mucho para que creyéramos en Jesús”, explicó Amid.
Un día, el padre de Amid, que era creyente pero no fuerte en su fe, lo animó a asistir a un servicio evangélico de la iglesia. Mientras estaba en el servicio, Amid escuchó a Dios decirle: "Estas personas, que están cantando, saben a dónde irán si mueren. ¿Tú a dónde irías?” Consumido por no saber la respuesta a esa pregunta y querer saber más acerca de quién era Dios en realidad, Amid decidió creer en Jesús ahí mismo en las bancas de la iglesia.
Mientras estaba en la universidad, Dios le dio a Amid un fuerte deseo de alcanzar a sus vecinos musulmanes. Durante ese tiempo, visitó la “Librería Flotante” en un barco que navegaba por el río Nilo. Estaba particularmente fascinado con el poder del ministerio con libros, tanto a bordo del barco como lo que la organización estaba haciendo en otras partes de su país.
Durante esos años en la universidad, Amid comenzó a ofrecerse como voluntario en el ministerio con libros, utilizando literatura cristiana para compartir el evangelio. Cuando se graduó, comenzó a servir a tiempo completo y continuó viajando a diferentes partes de su país con el ministerio de libros.
Cambio de planes
Aunque ahora los miembros de la familia inmediata de Amid son fuertes creyentes y apoyan su ministerio, el aumento de la agitación política y la persecución de creyentes por parte del gobierno, ha llevado a muchos creyentes a huir del país o residir en una región específica. Como Amid y su equipo permanecen en una región donde hay menos cristianos, la dinámica de su ministerio cambió. “Decidimos enfocarnos en los jóvenes cristianos que se han quedado y entrenarlos para discipular a otros”, explicó.
Después de servir cuatro años en su propio país, Amid se unió al Doulos(la librería flotante) por un año para recibir capacitación ministerial adicional. Durante ese tiempo escuchó sobre el Entrenamiento y Discipulado Misionero (MDT) y sintió que "quería usar MDT para levantar líderes locales en mi país para que fueran misioneros".
Al regresar del barco, Amid se casó y viajó a Sudáfrica para hacer el MDT. Cuando regresó a casa, durante tres años, él y su equipo realizaron con éxito tres capacitaciones para jóvenes creyentes, quienes luego fueron enviados a áreas donde la gente nunca había escuchado el evangelio. Una vez más la fe y el ministerio de Amid enfrentaron grandes desafíos cuando el gobierno comenzó a arrestar cristianos y expulsar a los obreros extranjeros.
Siendo el líder del equipo en ese momento, Amid era buscado por la policía y los miembros del equipo fueron interrogados para averiguar su paradero. “Mi esposa y yo decidimos irnos y pasar un tiempo en un país vecino hasta que las cosas se calmaran, con la esperanza de volver para continuar con nuestro trabajo. Sin embargo, recibimos noticias de que la policía estaba amenazando la vida de mis padres y que ellos pensaban que era mejor que no volviéramos ”, recordó Amid.
Desvío con propósito
Tratando de obtener la documentación necesaria para recibir el estatus de refugiados y migrar hacia occidente, Amid, su esposa y su bebé recién nacido viajaron a un país vecino del norte de África. Mientras que en un principio planeaban quedarse solo una semana y luego volar a un país occidental, Amid se dio cuenta de que Dios tenía un plan diferente para ellos. Seis años y medio después, todavía se encuentran en el norte de África.
Amid se dio cuenta de que muchos refugiados musulmanes de su país de origen ahora residían en el mismo país que él y su familia. Él vio esto como una nueva oportunidad de ministerio: “La visión que tenía de alcanzar a mi país ahora estaba resurgiendo, ya que podía compartir el amor de Jesús con ellos en un país donde todos somos refugiados”.
Amid y otros miembros del equipo de su país de origen comparten el amor de Jesús con sus compatriotas a través de visitas a domicilio donde escuchan sus problemas, oran con ellos y atienden necesidades básicas como comida, ropa y apoyo financiero para enviar a sus hijos a la escuela. A través de esto, el equipo ha visto a muchos musulmanes venir a Cristo y formar pequeñas iglesias en casas.
Además, Amid se dio cuenta de que podía servir mejor a su país en este nuevo lugar si continuaba con su formación estudiando. “Decidimos contactar amigos cristianos en nuestro país de origen y pedirles que reclutaran creyentes interesados en la plantación de iglesias y que los llevaran a donde serían capacitados durante seis meses para luego regresar a trabajar en nuestro país”, dijo Amid
Actualmente, Amid y su equipo han capacitado 50 creyentes nacionales que sirven en su país de origen. No solamente esperan enviar trabajadores a las áreas restantes donde nadie está trabajando, sino también reclutar más trabajadores para los distritos en donde solo hay una o dos personas sirviendo.
*Nombre cambiado